Cada semana, unimos la Palabra y el canto para ayudar a profundizar en la Oración.
Los cascabeles nos llaman a la oración y nos recuerdan la Alegría del Evangelio.

2024/09/18

Ciclo B
Domingo XXV del Tiempo Ordinario

(BTOR25)

¡Acoge a mis pequeños!

Jesús cuida de nosotros y nos quiere enseñar. Pero, ¿escuchamos y nos dejamos empapar por sus enseñanzas?

Para los discípulos es difícil entender lo que Jesús dice, que va a ser entregado…, que lo matarán... A nosotros nos pasa lo mismo, nos cuesta entender, y tampoco lo queremos creer.

Sin embargo, nuestra mente es tan voluble que cuando no entendemos, pasamos de ello y nos evadimos, pensamos en otras cosas que nada tienen que ver con el Reino

Pero Jesús nos dice, si quieres seguirme, sé el servidor de los demás, pon a los otros por delante, piensa en los más débiles que te rodean, como cuando se trata de un niño, al que ponemos por delante, porque consideramos que es más débil y necesita de nuestra ayuda para aprender, crecer y desarrollarse.

¿Somos capaces de situarnos al servicio de los más pequeños?

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo XXIV del Tiempo Ordinario

(BTOR24)

¿Quién es Jesús para nosotros?

Jesús nos pregunta ¿Quién soy yo para vosotros? Pedro pasa, en un momento, de considerarlo como Mesías a rechazarle, pero la decisión de seguir a Jesús es personal, para Pedro, para los discípulos y, también, para nosotros.

Al verle actuar, se preguntan y nosotros también nos preguntamos ¿A quién seguimos? ¿Qué nos transmiten su vida, sus obras, sus manos, su mirada de amor, la autoridad con la que habla, su mensaje…?

¿Qué nos pide el mensaje de Jesús? ¿A qué nos invita? ¿Su estilo de vida es el nuestro? ¿Su modo de mirar y actuar, es el nuestro?

Jesús nos invita, nos anima a seguirle, nos acoge, vive en nosotros y nos acompaña. Sentimos la fuerza de su Espíritu en nosotros y nos invita a extender su mirada a nuestro alrededor y hacernos cercanos a nuestro prójimo.

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo XXIII del Tiempo Ordinario

(BTOR23)

¡Effetá - Ábrete!

La vida monótona de cada día nos arrastra y hacemos oídos sordos a todo lo que nos rodea. Las tareas cotidianas consumen nuestro tiempo y sentimos que no llegamos a todo lo que queremos hacer.

No nos paramos a pensar, ni vemos o escuchamos realmente el mundo que nos rodea.

Sin darnos cuenta, nos podemos encerrar en un mundo propio y no escuchar nada fuera de nosotros mismos.

Jesús nos llama la atención sobre el peligro de aislamiento que supone alejarse de los demás. Nos incita a interiorizar sus palabras y que nos demos cuenta de la necesidad de encontrarnos con su voz sanadora que nos hable al corazón y nos devuelva a un mundo abierto a los demás.

Jesús nos habla al corazón y nos dice: “Effetá” – Ábrete.

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo XXII del Tiempo Ordinario

(BTOR22)

¡Saca el amor que llevas dentro!

Con agua corriente en casa es muy fácil tener limpias las manos. Ahora, nos vuelven a recordar la importancia de limpiarse las manos como protección. Sin embargo, esa medida sanitaria, se había vuelto precepto. Y la importancia no estaba en la salud, si no en el cumplimiento de la tradición.

Con el tiempo se nos van acumulando tradiciones que se convierten en leyes, “…porque siempre se ha hecho así” ¿Y cómo se va a hacer algo distinto de lo que hicieron nuestros padres o abuelos, aunque no signifique nada para nosotros? Sin pararnos a pensar que lo que tuvo sentido en un contexto, puede haberlo perdido y eso nos puede llevar a vivir una fe con indiferencia.

Jesús hoy nos llama la atención y nos dice: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos”.

Jesús nos recuerda que necesita personas de corazón abierto, comprometidas con los demás. Su ejemplo, es de manos que acarician, acogen, devuelven la dignidad al otro, bendicen…, y todo lo que sale de dentro de un corazón lleno de Dios, no nos puede hacer “impuros”.

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

2024/09/17

Ciclo B
Domingo XXI del Tiempo Ordinario

(BTOR21)

¡Señor, Tú tienes palabras de vida eterna!

Cuando hay ruido en nuestra vida, es difícil escuchar al Señor y nos movemos de un lado a otro intentando abarcar más y más, sin pararnos a pensar que este tipo de vida no nos deja crecer.

Cuanto más ruido hay en nuestra vida, más difícil es el encuentro con Jesús y, entonces, ¿nuestra fe se ha hecho superficial o cumplimos el rito solamente?

Jesús nos hace una pregunta: ¿También vosotros queréis marcharos? Jesús nos deja libertad para decidir, no obliga a nadie.

Jas palabras de Jesús no son vacías o intrascendentes. Su mensaje no es engañoso, comunican vida, tienden a llevarnos a una vida más digna y plena.

¿Quieres vivir al estilo de Jesús, acogiendo su Espíritu y trabajando por un proyecto de bien común?

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo XX del Tiempo Ordinario

(BTOR20)

¡Jesús, el PAN que alimenta nuestra vida!

Dios quiso encarnarse en la feminidad de María. María, mujer fuerte y maestra de fe, mujer fiel. Ya su oración anuncia al Dios de la misericordia, al Dios de los pobres. Es la mujer que capta la esencia de Dios y la pone en práctica con su vida, el Dios del amor compasivo y misericordioso, al lado de los débiles.

La Asunción de María nos anuncia la esperanza en la resurrección.

Nosotros como discípulos de Jesús, no solo tenemos que creer en Él, como María, si no que para que nuestra fe crezca y se fortalezca, tenemos que alimentarnos del mismo Jesús, con su cuerpo y con su sangre, pan y vino, elaborados por nuestras manos a partir de trigo y uvas creados por las manos de Dios. Para que nuestra fuerza vital crezca, tenemos que alimentarla, en Comunidad desde dentro con el aliento, actitudes y ejemplo de Jesús.

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo XIX del Tiempo Ordinario

(BTOR19)

¡Yo soy el PAN de la VIDA!

Confiamos en alguien cuando vemos lo que hace y lo que dice y la coherencia de su vida. Sentimos, entonces, que no nos va a engañar.

Creemos en Jesús porque nos atrae su persona y vemos la coherencia entre lo que hace y lo que dice, y notamos que su mensaje responde a muchas de nuestras preguntas y sentimos que no va a dejar abandonados.

Jesús nos dice que, para sentirnos atraídos hacia Él, es Dios mismo el que pone la semilla en nuestro corazón.

Abiertos a escuchar la voz de Dios dentro de nosotros, nos sentiremos invitados a seguir a Jesús, que ofrece humanidad, acogida, consuelo, esperanza, dignidad, … y nos invita a alimentarnos con su ejemplo.

¿Te atrae su ejemplo?

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo XVIII del Tiempo Ordinario

(BTOR18)

¡Señor danos siempre de ese pan!

La pregunta que nos hace hoy el Evangelio es «¿Qué debemos hacer para que nuestras obras sean las obras de Dios?». Y la respuesta que nos da Jesús es «La obra de Dios es que creáis en aquel que él ha enviado.»

Y, ¿a qué nos llama esto?

Si leemos el texto, recordaremos lecturas de semanas pasadas, la multiplicación de los panes y los peces y que Jesús nos mira como ovejas sin pastor.

La gente sigue a Jesús porque les ha dado de comer, es alguien que atiende las necesidades de la gente, incluso en lo más básico como es el alimento. Por eso se preocupa de los más necesitados, de aquellos que no tienen ni siquiera lo básico para vivir. ¿Por qué seguimos nosotros?

Pero Jesús quiere despertar en nosotros un hambre distinta, un hambre de algo que va más allá del alimento cotidiano, un hambre de justicia, de solidaridad, de paz, de vida eterna, de estar atentos a las necesidades de los demás…

Y, entonces, ¿Qué debemos hacer para que nuestras obras sean las obras de Dios?

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo XVII del Tiempo Ordinario

(BTOR17)

¡Dadles vosotros de comer!

Hoy vemos a Jesús mirando a su alrededor y viendo las necesidades básicas de la multitud que le sigue y quiere darnos una lección de Solidaridad.

Los discípulos intentan escurrir el bulto: Ese no es nuestro problema, que cada cual busque comida, que vayan a comprarla a la aldea más cercana, nosotros no tenemos dinero para dar de comer a todos.

¿Cuántas veces pensamos, ante el problema del hambre, que ése no es asunto nuestro, que no podemos hacer nada para resolver la pandemia del HAMBRE?

Sin embargo, la crisis del COVID 19 y el aumento de las colas del hambre, nos ha hecho ver, que no es necesario el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, para poder hacer algo y ayudar a esta crisis del hambre.

Muchas personas anónimas nos han enseñado ejemplos de solidaridad y compromiso con los más desfavorecidos.

¿Somos capaces de seguir su ejemplo?

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo XVI del Tiempo Ordinario

(BTOR16)

¡Mira con la mirada de Jesús!

La semana pasada Jesús enviaba a sus discípulos a recorrer las aldeas de dos en dos. Esta semana asistimos al entusiasmo de los discípulos a la vuelta.

Jesús se da cuenta que sus discípulos necesitan compartir con los demás su vivencia, sentirse escuchados y escuchar a los otros.

Jesús está mirando al corazón de cada uno…, a tu corazón, y ve lo que necesitas y quiere darte ese tiempo de escucha y acogida.

La multitud rodea a Jesús, en cualquier momento, dejándole sin tiempo para los cercanos. Todos le necesitan y a todos quiere guiar, como el pastor a sus ovejas. Para Él cada persona es única y tiene toda su atención.

Jesús nos mira a cada uno con una mirada que acoge, consuela, que guía, y nos sentimos acogidos, escuchados, guiados y protegidos. No le importa dedicarnos tiempo, deja lo que está haciendo para acompañar a los más necesitados.

¿Vemos a los demás con la mirada de Jesús? ¿Tenemos tiempo para los demás, o solo para nosotros mismos

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo XV del Tiempo Ordinario

(BTOR15)

¡Jesús nos envía a sembrar!

Jesús cuida de sus discípulos cuando los envía a sembrar por las aldeas. Los prepara y les dice lo que no tienen que llevar. Aquello que no tienen que llevar es lo primero que nosotros prepararíamos al emprender un viaje, pan, equipaje, dinero. Todo lo que tienen que llevar es el bastón, sandalias y la túnica puesta.

Jesús quiere caminantes sencillos, con lo imprescindible, siempre de un lado a otro, sin preocuparse por el mañana. Pensando solo por llevar la luz de Dios a los más necesitados.

Si los discípulos quieren trabajar en nombre de Jesús, tienen que hacer lo que Él hace, humanizar la vida, aliviar el sufrimiento de las personas, sanar sus heridas.

Solo acercándonos al que nos necesita, como iguales, tendiendo la mano, escuchando, podremos sanar sus heridas y devolver la dignidad a los que encontramos. ¿Podemos hacerlo?

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo XIV del Tiempo Ordinario

(BTOR14)

¡Déjate guiar por Jesús!

Marcos nos quiere avisar sobre el posible rechazo a Jesús, precisamente por quienes creemos conocerlo mejor: cuando nos encerramos en ritos o ideas preconcebidas y no nos abrimos ni a la novedad de su mensaje ni al misterio de su persona.

Porque Marcos nos lo deja muy claro: ese desprecio, esa “falta de fe” o esa fe, a veces infantil y superficial, apaga su Espíritu y distorsiona su Profecía e impide que el milagro diario de Jesús se haga Vida en nosotros, nos empape y nos cambie.

¿Cómo estamos acogiendo a Jesús los que nos creemos «suyos»?

Déjate acompañar por Jesús, que vaya entrando poco a poco en tu corazón, que te enseñe a vivir en la cercanía de Dios que te invita a vivir de una manera nueva, mirando a los demás con la mirada sanadora de Jesús, acogiendo y queriendo construir un mundo más justo.

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo XIII del Tiempo Ordinario

(BTOR13)

¡Vete en PAZ y con SALUD!

Hoy escuchamos la voz de una mujer intocable, invisible para la sociedad. Humillada por una enfermedad que la hace víctima y la aleja de sus semejantes.

Esta mujer nos muestra su fuerza para vencer todos los estigmas que la aíslan, desde el silencio, el miedo, el intento de pasar desapercibida. Sabe que su única esperanza se encuentra en Jesús de Nazareth. Tan fuerte es su fe, que siente que solo necesita tocarle el manto, para que su vida cambie.

También escuchamos el grito angustiado de un padre que pierde a su hija y le consuela diciendo: “No temas, basta que tengas fe”.

Hoy seguimos siendo una sociedad con personas excluidas, necesitamos dejarnos tocar por Jesús, sentir su mirada de amor y de ternura que nos impulse a acoger, a perder el miedo, a cambiar una sociedad que sigue rechazando a los demás.

Vamos a dejarnos mirar por Jesús y vamos a reflejar, en nuestra mirada, su mirada que no excluye, que no discrimina, que no aísla, solo nos pide tener fe.

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo XII del Tiempo Ordinario

(BTOR12)

¡Te necesito a Ti, solo a Ti!

En este mundo que vivimos, corren las noticias, especialmente las malas. Los telediarios, los periódicos, son páginas de sucesos, que oprimen nuestro corazón y nos hace sentirnos impotentes. ¡Es tan raro encontrar una buena noticia!

Jesús invita a sus discípulos a ir a la otra orilla. es un desplazamiento geográfico que supone también un desplazamiento mental y ofrece un nuevo horizonte de vida.

Precisamente, en este desplazamiento vino una tempestad y provocó pánico y miedo entre los discípulos. Menos mal que Jesús estaba con ellos. Él calmó la tempestad.

Ante la actuación de Jesús, los discípulos hablaron entre sí acerca de su identidad.

La tempestad podría ser un lugar teológico donde Dios manifiesta su poder sobre el cosmos. Ante la manifestación de Dios, a veces, no sabemos cómo reaccionar. En nuestra vida encontramos muchas tempestades que sacuden y ponen en crisis nuestra fe en Dios. Las tempestades se visten de muchos rostros: al recibir las malas noticias, la enfermedad, la muerte de un ser querido, etc. Estas tempestades podrían ser una oportunidad para renovar y purificar nuestra vida de fe. Gracias a la presencia de Jesús, los discípulos se recuperaron de sus miedos y sustos.

Señor Jesús, sin ti estamos muy perdidos en nuestro caminar. Sin embargo, estando contigo, encontramos siempre ayuda y fortaleza. Ayúdanos a afrontar nuestros miedos y nuestras tempestades de cada día.

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo XI del Tiempo Ordinario

(BTOR11)

¡Acoge la semilla en tu corazón!

En este mundo que vivimos, corren las noticias, especialmente las malas. Los telediarios, los periódicos, son páginas de sucesos, que oprimen nuestro corazón y nos hace sentirnos impotentes. ¡Es tan raro encontrar una buena noticia!

Las buenas noticias son como perlas en medio del mar, son pequeñas historias, que nos permiten tener esperanza en el género humano, y nos animan a trabajar por el bien común.

Sin embargo, muchas veces nos desanimamos por la dificultad de trabajar en un mundo tan violento y sentir que nuestros esfuerzos no cambian las cosas.

La lectura de hoy nos dice que de una pequeña semilla de mostaza, puede salir el mayor de los árboles, que cobije a los pájaros más débiles. Sembrar una pequeña semilla de Buena Noticia en el corazón, puede no ser espectacular, pero a la larga produce mucho fruto.

Nuestra tarea es sembrar y dejarnos sembrar. Estar abiertos a que el Señor siembre en nosotros, y que nuestras manos, nuestros gestos, nuestra voz, estén dispuestos para acoger a los demás y producir fruto.

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo X del Tiempo Ordinario
(BTOR10)
¡Queremos seguir tus pasos, Señor!

Cuando Jesús dice “¿Quién es mi madre?, ¿quiénes son mis hermanos?” no se trata de un rechazo a su familia. Se trata de explicar a sus discípulos la importancia de convivir. Había, y hay, que superar los límites estrechos de la pequeña familia y abrirse a la gran familia, a la Comunidad. Jesús nos da el ejemplo apuntando hacia la multitud que lo rodea: ¡Aquí están mi madre y mis hermanos! Porque todo el que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.

Para Jesús, lo importante, lo decisivo, lo primordial, son las personas. La pertenencia a una raza, a una tradición, a un “status” son aspectos secundarios que no pueden ser utilizados para crear división, ni para mostrar superioridad sobre otras personas, otras razas, otros pueblos.

Todos estamos llamados a ser hijos de Dios sin discriminación ni diferencia alguna. Será misión de los cristianos valorar a las personas por encima de todo y ponernos en el lugar de otros.

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo X del Tiempo de Pascua de Resurrección
Fiesta del Corpus Christi
(BPAS10)
¡Voy a comer la Pascua con mis discípulos!

Hoy recordamos la Cena del Señor, escuchando sus palabras: “Esto es mi cuerpo”. Vedme en estos trozos de pan, entregándome por vosotros hasta la muerte... “Este es el cáliz de mi sangre.” La he derramado por vosotros. Así me recordaréis siempre, y también recordaréis que os he amado hasta el extremo.

Jesús se nos da en el pan partido, repartido y compartido, en la fraternidad, en el recordar que somos una familia que comparte lo más básico, el alimento, entre todos.

Jesús quiso celebrar la Pascua con sus amigos y que el último recuerdo fuera partir, repartir y compartir el pan y el vino de la fiesta de la fraternidad y de la esperanza.

Recordar a Jesús en la Eucaristía es contagiarnos de su Espíritu, alimentarnos de su recuerdo, de su espíritu, su vida, su forma de actuar y revivirlo en nosotros, sentirnos unidos y contagiados por su modo de vivir.

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo IX del Tiempo de Pascua de Resurrección
Domingo de la Santísima Trinidad
(BPAS09)
¡En el nombre del Padre, Por el Hijo, movidos por el Espíritu de Dios!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Un gesto que, por frecuente, corremos el riesgo de restarle atención.

Es la señal de nuestra fe; el resumen de nuestro credo; la señal de nuestro agradecimiento.

Un gesto que hacemos nuestro, que es demostración de que nos sentimos enviados al mundo a ser evangelio, a ser buena noticia para el otro, sea quien sea. Un signo que nos compromete a actuar:

- En el nombre del Padre que nos ama desde el comienzo,

- En el nombre del Hijo que nos ha enseñado a sentir ese amor del Padre,

- En el nombre del Espíritu Santo que nos impulsa y nos fortalece.

Es la señal de nuestra intención de unirnos a esa Trinidad. De formar parte de ella desde Jesús, en Jesús.

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo VIII del Tiempo de Pascua de Resurrección
Domingo de Pentecostés
(BPAS08)
¡Recibid el Espíritu Santo!

En este mundo que vivimos, las prisas nos superan, vamos corriendo a todas partes, sin tiempo para pensar en lo que hacemos. La vida transcurre por delante de nosotros, y estamos más pendientes de las apariencias, sin detenernos por nada, ni por nadie. Pasamos por la vida quedándonos en su corteza.

Y sentimos que necesitamos parar, interiorizar lo que nos ocurre, hacer silencio en nuestra vida, y comenzar a notar la vida desde dentro.

¿Somos capaces de escuchar, en el silencio, la voz del Señor en nuestro corazón?

Vamos a hacer el silencio en nuestro interior y vamos a dejar que el Espíritu de Dios nos hable en lo más profundo de nosotros mismos. Con esa voz que nos llega desde lo más íntimo de nuestro ser, sentiremos el saludo que nos envuelve y nos sosiega diciéndonos, “Paz a vosotros”.

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo VII del Tiempo de Pascua de Resurrección
Domingo de la Ascensión
(BPAS07)
¿Dónde está el cielo, hoy?

Rezamos a un Padre que está en el cielo. Tal afirmación, o nos salva y pone en camino, o bien nos lleva a un letargo insospechado. Así de radical. Lo segundo, porque podemos quedarnos sentados mirando al cielo y volvernos cristianos acomodados a la espera de un Dios romántico, que en algún momento decida escucharnos y tomar parte de nuestros deseos. El cielo ha sido siempre la imagen de un lugar en el cual hallamos salvación, pero ¿dónde está hoy el cielo? ¿dónde encontrar a nuestro Padre para experimentar esa sensación de sentirnos salvados, seguros, abrazados?

Es curioso oír canciones populares que conectan el 'cielo' con alguna persona a la que se ama profundamente. Eric Clapton, en su canción Tears in Heaven, canta con un amor paternal enorme a su hijo fallecido: «¿Me tomarías de la mano si te viese en el cielo? / Más allá de la puerta, hay paz, estoy seguro». La experiencia del cielo hace conectarse al ser humano con aquella persona que lo hace sentirse vivo, pleno, completo.

En el arte invitan a mirar al cielo no como algo etéreo, separado de nuestra realidad, sino como algo que habita en cada uno de nosotros. El 'cielo' se halla en aquellas situaciones y relaciones que hacen a la mujer y al hombre apasionarse por la vida. Es bello ver cómo Dios se manifiesta en este deseo del ser humano, y pone algo tan trascendental y misterioso, al alcance de nuestra cultura y entendimiento.

Y es que el cielo nos moviliza e interpela, nos lleva a aquellos lugares, personas y situaciones en las cuales experimentamos el profundo deseo de unirnos con la humanidad; también la humanidad más frágil y necesitada de comunión. Y ahí, en ese deseo de construir el cielo en la tierra y de encontrarnos unos con otros, hallamos a Dios, ahí nuestro Padre, hablándonos con pasión, ternura y amor.

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo VI del Tiempo de Pascua de Resurrección
(BPAS06)
¡Permaneced en mi Amor!

Amar y sentirse amado. Jesús nos llama a amar y ser constantes en ese amor. Se trata de aprender el amor que Dios nos pide y el ejemplo más nítido es que Jesús nos ama, con la misma fuerza que Él se siente amado por su Padre.

No es fácil saber cómo Dios nos ama, sin tener el ejemplo de Jesús y el modo de manifestar ese amor. Sabemos que Jesús pasó haciendo el bien. Cualquier persona con dificultades, se sentía acogido, escuchado, amado. Está atento a las personas que le rodean, sintiendo sus dificultades y poniendo su empeño en solucionarlas.

El mandato de Jesús es que nos amemos cómo Él nos ha amado, y que permanezcamos en su amor. Que nos amemos, no sólo hoy o mañana, si no que mantengamos esa actitud de amor, escucha, atención y alegría.

Darnos a los demás, sintiéndonos habitados por Dios, hace que nos demos con alegría y contagiemos esa alegría a nuestro alrededor.

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo V del Tiempo de Pascua de Resurrección
(BPAS05)
¡Permaneced en mí!

Es fascinante el empleo que hace Juan de la palabra permanecer: permanecemos en un sitio, permanecemos fieles a una idea, permanecemos en la memoria, pero… ¿permanecer EN otra persona? Da la sensación, como ha escrito ya algún pensador cristiano eminente, que para Juan, la Trinidad la formaran el Padre, el Hijo y la Comunidad, nosotros mismos, unidos todos por y en el Espíritu Santo.

El evangelista usa, para explicarlo, una imagen muy potente en el Israel de la época: la vid, que, en las escrituras, simbolizaba al propio pueblo israelita. Nosotros, discípulos, unidos así a Jesús, “permaneciendo” en Él de forma inseparable como sarmientos que ya están limpios por la Palabra del propio Jesús, glorificaremos al Padre mediante nuestros frutos.

¿Nos ponemos a la tarea?

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo IV del Tiempo de Pascua de Resurrección
(BPAS04)
¡Escucha la voz del Pastor!

Las familias tenían algunas ovejas y cabras. Eran su sustento. Entraban en el redil comunal por una puerta estrecha y el Pastor las contaba, para no perder ninguna.

El Buen Pastor, conoce a cada una de sus ovejas y las llama por su nombre y cada oveja conoce a su Pastor, sabe que se siente segura estando con Él. El Buen Pastor va más allá, se preocupa de sus ovejas y las conoce, no las abandona nunca, está pendiente de las más débiles y enfermas, también de las más descarriadas. No huye ante el peligro, defiende a sus ovejas hasta dar la vida por salvar a su rebaño, incluso a las ovejas que son de otro redil.

El Buen Pastor nos enseña que quien ama, da gratis, no espera recibir, se desvive por los demás, se entrega porque quiere. Acepta a todas las personas, no ayuda solo al que puede ayudarle

Todos pertenecemos a su rebaño y no somos quienes para distinguir entre rediles o rebaños.

Cada vez que escuchamos esta lectura nos sentimos ovejas cuidadas por el Buen Pastor, pero ¿es esa la figura que Jesús nos está pidiendo ser?

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m

Ciclo B
Domingo III del Tiempo de Pascua de Resurrección
(BPAS03)
¡Vosotros sois mis testigos!

La lectura de hoy nos muestra dos actitudes, los discípulos de Emaús, que han encontrado al Señor Resucitado, sienten que esta experiencia no les deja indiferentes, Jesús sale a su encuentro, y les impulsa a actuar, a dejar sus miedos y a contar, a todos, la experiencia de su encuentro.

Por otra parte, el resto de los discípulos, creen ver un fantasma. Han oído noticias de la resurrección, pero no las creen. Ni siquiera le reconocen cuando les saluda con la frase PAZ A VOSOTROS. Están llenos de incertidumbre. No es fácil creer en Jesús Resucitado. Esta gran noticia solo se puede comprender desde la fe.

Pero a pesar de sus dudas, Jesús confía en sus discípulos, les pide que miren sus manos, que vean el amor de su entrega. Les pide ser testigos, sus testigos.

A nosotros, hoy Jesús también nos pide ser sus testigos, ir al encuentro del otro, seguir su camino trazado en el Evangelio, unos ojos atentos a los demás, unos brazos que acojan, unos pies que caminen buscando a los más olvidados, unas manos que consuelen y una voz que sane.

¿Somos capaces? o ¿nos vamos a quedar contemplando un fantasma?

http://www.mediafire.com/file/zscuuyyn55ah39m