Cada semana, unimos la Palabra y el canto para ayudar a profundizar en la Oración.
Los cascabeles nos llaman a la oración y nos recuerdan la Alegría del Evangelio.

2017/12/25

Ciclo B Tiempo de Navidad Sagrada Familia (BNAV01)
¡Acojamos a Jesús!

Hoy el Evangelio nos muestra la imagen de una familia normal que cumple con las tradiciones de la sociedad. Se trata de una narración sencilla que nos muestra a una familia ilusionada con su primer hijo y que lo presenta en sociedad siguiendo sus costumbres.

Simeón, un hombre bueno, recibe a esta familia en el templo, pero algo llama su atención, para él, que espera la promesa de Dios, este niño es diferente. Simeón reconoce en Jesús al Salvador que espera. Como cualquier abuelo, toma al Niño en brazos cariñosamente y bendice al Niño y a sus padres. Sin embargo, su mirada hacia a María anuncia el dolor que traspasará su alma.

Simeón nos enseña cómo acoger a este niño y se da cuenta que el niño no nos puede dejar indiferentes.

Ana, una anciana profetisa, también se acerca al Niño, le reconoce y a partir de ese momento anunciará que la Salvación ha llegado. A partir de ese encuentro. Simeón, al igual que Ana, se sienten felices y notan que su vida está completa.

¿Qué esperamos nosotros de este niño que acaba de nacer? ¿Cómo le vamos a acoger?

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2017/12/15

Ciclo B Tiempo de Adviento 4 (BADV04)
¡Todavía estás a tiempo!

Llega Jesús. Hemos dedicado casi un mes a “preparar su venida, el camino al Señor”, pero ¿qué significa eso? ¿en qué consiste esa “preparación”? ¿dónde sucede esa “venida” de Jesús? ¿cuál es ese “camino” que cuyos valles hay que rellenar y cuyas montañas hay que abajar? ¿Dónde “nacerá” hoy, a fin de cuentas Jesús, si ese acontecimiento ya tuvo lugar hace más de dos mil años?

De la reflexión sobre el evangelio de Jesús, que hacemos en comunidad cada semana,  surgen algunas pistas: la oración (y no tanto “orar” como “vivir en oración”), las personas sencillas y en precariedad (de cualquier tipo), las que están en búsqueda, los habitados por la duda, el que se cuestiona cómo dar más sentido a su vida, la que trabaja para que este mundo sea mejor, más solidario, más humano, quien mira más allá de sí mismo y se pone en camino con otros… En esos corazones nacerá Jesús, en ellos anidará su Espíritu.

Todavía estás a tiempo. Abre tu corazón al Evangelio y, como la María que nos presenta Lucas, ofrécete, sin condiciones, al cambio de mentalidad que te propone el Dios de Jesús: “que se haga (Vida) en ti, su Palabra”.

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2017/12/10

Ciclo B Tiempo de Adviento 3 (BADV03)
¡Mi Amado es para mí y yo soy para mi Amado!

Es todo un canto que brota del alma enamorada y su esposo, con el trasfondo de amor del Cantar de los Cantares. Solo el amor nos mueve a vivir y nos da vida a cada uno de nosotros en un abrazo de hermanos.

Juan Bautista da testimonio de la luz, abre caminos y allana el camino del Señor; comunica lo que le hace vivir y da sentido. Juan de la Cruz ilumina nuestra vida, nos muestra el camino de luz y esperanza donde se vive la intimidad con Dios. Es un abrirnos del todo a ese amor de Jesús que nos enamora y nos transforma para llevarnos a acoger a todos como hermanos y que culmina en una vida plena.

Juan de la Cruz de tierras castellanas, caminante y andariego por los campos, respirando los aires entre valles y montañas, todo le habla de la grandeza de Dios y la presencia de Jesús que lo inunda todo.

Todo queda revestido de Jesús en quien ha dicho su única palabra: Una palabra habló el Padre, que fue su Hijo, y ésta habla siempre en eterno silencio, y en silencio ha de ser oída del alma.

Un camino de búsqueda enamorada: SOLO JESÚS, en desasimiento y desapego de todo lo que nos limita este encuentro. Estos son los momentos para profundizar en nuestra conversión. San Juan de la Cruz expresa en sus poemas los sentimientos que nos impulsan sin límite al encuentro de este amor.

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2017/12/03

Ciclo B Tiempo de Adviento 2 (BADV02)
¡Hacen falta profetas!

Ser profeta no es fácil, nunca lo ha sido. Transmitir la palabra de Jesús, esa noticia que traspasa la dureza de los corazones, sólo se puede hacer desde una actitud profética y desde una sincera conversión.

El profeta sabe que las frases de Dios necesitan tiempo para ser escuchadas y asimiladas. Los verdaderos profetas no se desesperan ni se amargan porque su mensaje está lleno de vida y esperanza.

¿Somos tú y yo profetas? En algún momento, quizá sí…

Ser profeta es estar siempre entre la duda y la esperanza, entre la oscuridad y la luz. Juan el Bautista aparece en este camino, siempre duro, de la vida, en el desierto.

Allí, Juan bautiza cerca del Jordán, donde se carece de casi todo, y el lugar donde menos agua hay, porque para Juan lo más importante es permanecer en Dios, y no se deja tentar por las comodidades que la vida nos ofrece.

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