Marcos nos quiere avisar sobre el posible rechazo a Jesús, precisamente por quienes creemos conocerlo mejor: cuando nos encerramos en ritos o ideas preconcebidas y no nos abrimos ni a la novedad de su mensaje ni al misterio de su persona.
Porque Marcos nos lo deja muy claro: ese desprecio, esa “falta de fe” o esa fe, a veces infantil y superficial, apaga su Espíritu y distorsiona su Profecía e impide que el milagro diario de Jesús se haga Vida en nosotros, nos empape y nos cambie.
¿Cómo estamos acogiendo a Jesús los que nos creemos «suyos»?
Déjate acompañar por Jesús, que vaya entrando poco a poco en tu corazón, que te enseñe a vivir en la cercanía de Dios que te invita a vivir de una manera nueva, mirando a los demás con la mirada sanadora de Jesús, acogiendo y queriendo construir un mundo más justo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario