Ciclo B Domingo XXXI de Tiempo Ordinario (BTOR31)¡Ama!

Muchas veces nos quedamos en la superficialidad de los mandamientos, y nos preocupa más cumplir las normas y los preceptos que lo que nos pide Jesús. Así, con tanto ruido en nuestra vida, no prestamos atención a la voz de Dios que nos está diciendo otra cosa.

Si escuchamos lo que Dios nos dice, las normas y preceptos no nos dirán nada. Lo que oiremos será ¡Amarás! Y entonces, el foco cambia.

Jesús nos pide amar “con todo el corazón, con toda el alma, con todo el ser…”

¿Cómo se ama así?

El escriba, que pregunta a Jesús, lo entiende muy bien, “amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios”… ¡y a nosotros nos cuesta tanto…!

Para Jesús, Dios y el prójimo no se pueden separar, no se puede decir que se ama a Dios si uno se desentiende del otro. Esa forma de entender el amor a Dios es una mentira.…”

Y nosotros, ¿Cómo amamos a Dios?…”

Oración en Nuestra Señora de la Guía. Día 2 de noviembre a las 19:00 h

Después de tantos meses, volvemos a convocaros para orar juntos, en un día muy adecuado para comenzar recordando a todas aquellas personas que nos han dejado en este tiempo y que son para nosotros referentes de la comunidad, santos cotidianos, santos de la puerta de al lado.

Os esperamos en la Parroquia de Nuestra Señora de la Guía (en la calle Conde de Torralba 18).

Utilizaremos como guión la hoja semanal que facilitamos desde este blog, con los textos y cantos que en ella figuran y nos acompañarán miembros de los coros de algunas parroquias amigas, como el coro de Al AMOR de la Palabra procedente de la parroquia Ntra. Sra. de Guadalupe y que comparte algunos miembros con nuestro propio equipo.. Si queréis acercaros, seréis bienvenidos.

Durará en torno a cincuenta minutos.

¡Os esperamos!

Ciclo B Domingo XXX de Tiempo Ordinario (BTOR30)¡Abiertos al camino!

Jesús siempre enfoca a los que están en los márgenes, a los “desenfocados” de la sociedad. No habla de Dios más de lo imprescindible, pero está continuamente presente en su actuar, impregnándolo todo. Y ellos encuentran en Jesús un gesto cercano, una escucha, una mano. Rara vez hay respuestas directas, pero siempre hay acogida…

...Y, claro, ¿cómo no seguir al que les ha abrazado, donde todos les despreciaban?

Acerquémonos hoy a Jesús desde la necesidad, en precario, desde nuestras roturas y descosidos, y tomemos conciencia que el seguimiento consiste, sencillamente en ser Jesús para los demás: acoger, dar la mano, levantar, acompañar… En definitiva… Amar.

Ciclo B Domingo XXIX de Tiempo Ordinario (BTOR29)¡No sabéis lo que pedís!

Hoy, también preguntamos ¿Qué hay de lo mío?, igual que Santiago y Juan, para buscar los puestos importantes y conseguir un atajo en el camino hacia el objetivo de mejorar nuestra posición.

Seguro que al igual que ellos, hoy tampoco sabemos lo que pedimos.

Pensamos que el poder nos permite hacer lo que queramos, estar por encima de los demás, ejercer opresión y tener a alguien que nos sirva.

Sin embargo, no es poder lo que nos pide Jesús. Si queremos participar en su proyecto, veremos que no se parece en nada al poder.

Si ponemos el foco en los débiles de la sociedad, en los que precisan nuestra ayuda, tenemos que mirar de otro modo. Desde una posición de poder no podemos hacer que nadie sienta nuestra acogida.

Si de verdad queremos solucionar problemas, no podemos mirar por encima del hombro, tenemos que mirar a los ojos, desde enfrente, escuchando, entendiendo los problemas para enfocar mejor la situación y buscar soluciones que verdaderamente sirvan.

Ciclo B Domingo XXVIII de Tiempo Ordinario (BTOR28)¡Bajo su mirada se engrandece mi alma!

En tu soledad Dios se queda.

Cuando todos se van ... Dios se queda y reconoces su mirada.

Quizá las nubes ocultan su resplandor.

Quizá buscas donde no encuentras.

Quizá sólo en la soledad te sientes sostenido.

Quizá estando en ella te descubres habitado.

Quizá así contemplas hoy el evangelio:

Jesús en tu camino.... Se le acercó corriendo, con prisa. Corre buscando respuestas y, en su mundo interior, sabe que la vida puede ser otra cosa. Le falta algo esencial para una vida plena: Y Jesús mirándole le amó.

Nos urge encontrarnos con Jesús. No hay ya más tiempo de espera.

Un encuentro en nuestra más profunda intimidad, esa a la que nos lleva la soledad interior y no el aislamiento de los demás.

Y es entonces cuando experimentamos la cercanía de Jesús que se queda mirándonos con afecto, desde el desprendimiento de todo aquello que nos rodea que nos impide esta apertura plena, incluso de nosotros mismos y nuestros apegos. Quizá nos parezca inverosímil, pero “Todas las cosas son posibles para Dios”