Cada semana, unimos la Palabra y el canto para ayudar a profundizar en la Oración.
Los cascabeles nos llaman a la oración y nos recuerdan la Alegría del Evangelio.

2019/03/25

Ciclo C Domingo del Tiempo de Cuaresma 4 (CCUA04)
Misericordiados

Hoy, más que en ninguna otra ocasión, queremos que este momento de oración, si bien comunitario, te lleve al encuentro íntimo con el Padre. Jesús te lo ha repetido hasta la saciedad: busca en lo profundo, aíslate del ruido exterior, invoca al Espíritu Santo y déjate empapar por tu Dios. Él te habita.

Lucas culmina aquí su secuencia magistral de pérdidas, búsquedas y encuentros: la oveja, la moneda y, ahora, el hijo. Y su relato no escatima detalles: ese padre que renuncia a su rango patriarcal hasta un punto que ningún judío consideraría cabal, y “les reparte los bienes” a los dos hijos de forma prematura. Ese hijo pequeño que toca fondo tras creerse autosuficiente y absoluto y vuelve arrepentido bajo mínimos. El mayor que, no menos autosuficiente, sufre la afrenta del presunto menosprecio…

No busques buenos ni malos en esta historia, ni la convirtamos en una narración ejemplar. A poco que te quites las máscaras, descubrirás que en ti están los tres: el que ama de forma incondicional, el crápula, el que juzga señalando con el dedo acusador…

Para ser misericordioso es imprescindible haberse sentido misericordiado. Te proponemos que busques en ti ese momento de fragilidad absoluta en que alguien o algo te ha sacado a flote, “has sido pescado” y sacado del agua. A partir de ahí, ponte alerta y procura hacer lo mismo con los demás: lleva sus penas a tu corazón y ayúdales a sanar. Eso es la misericordia. Eso es ser evangelio. Sé Jesús con tu hermano.

http://www.mediafire.com/file/f4m734n23gt0ctz

2019/03/20

Oración en Nuestra Señora de la Guía.
Día 27 de marzo a las 20:00 h

El equipo de ORACIÓN EN ABIERTO apoya la oración de la Parroquia de Nuestra Señora de la Guía (en la calle Conde de Torralba 18).

Utilizaremos como guión la hoja semanal que facilitamos desde este blog, con los textos y cantos que en ella figuran y nos acompañarán miembros de los coros de algunas parroquias amigas, como el coro de Al AMOR de la Palabra procedente de la parroquia Ntra. Sra. de Guadalupe y que comparte algunos miembros con nuestro propio equipo.. Si queréis acercaros, seréis bienvenidos.

Durará en torno a cincuenta minutos.

¡Os esperamos!

2019/03/18

Ciclo C Domingo del Tiempo de Cuaresma 3 (CCUA03)
¡El Señor espera tu fruto este año!

Estamos tan habituados a las malas noticias, que ya no nos llaman la atención. Solamente algunas situaciones traspasan nuestra coraza. Nos fijamos en otras cosas, en muchos casos anecdóticas, que incluso nos pueden escandalizar, pero en el fondo, si se analizan a la luz del amor, deberían empujarnos a actuar y no ser objeto de tertulia de café. Es más fácil comentar una mala noticia, que solidarizarse con las víctimas.

Otras veces ante catástrofes, frente al dolor, muchas veces sin sentido, nos preguntamos, ¿dónde estaba Dios? ¿Cómo ha permitido que ocurra esto?, pero quizá tendríamos que preguntarnos, ¿dónde estamos nosotros? ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo nos implicamos?

En el mundo de las prisas, donde todo tiene que dar un rendimiento cuanto antes, el Señor nos espera, una y otra vez, con cuidado, abonando, regando, podando, limpiando el terreno alrededor, y pensando en darnos una nueva oportunidad. Él pone todo y espera, espera, espera… ¿Daremos fruto?

Piensa en las oportunidades que tienes para crecer. Tienes al Señor al lado, mirando, contemplándote con todo su amor. El Señor confía en ti…, siente que tienes esa confianza, te está invitando a dar fruto. ¿Cómo vas a responder?

http://www.mediafire.com/file/f4m734n23gt0ctz

2019/03/11

Ciclo C Domingo del Tiempo de Cuaresma 2 (CCUA02)
Este es mi hijo, el Elegido, ¡escuchadlo!

Nosotros, los discípulos de Jesús, estamos llamados a ser personas que escuchan su voz y se toman en serio sus palabras. Para escucha a Jesús, tenemos que seguirlo, tal como hacían las multitudes en el Evangelio, que lo reconocían por las calles de Palestina.

Jesús no tenía una cátedra o un púlpito fijos, sino que era un maestro itinerante, que proponía sus enseñanzas a lo largo de las calles, recorriendo distancias no siempre previsibles y, a veces algo incómodas.

De este episodio de la Transfiguración, hay dos elementos significativos, en dos palabras: subida y bajada. Tenemos necesidad de apartarnos en un espacio de silencio - de subir a la montaña - para reencontrarnos con nosotros mismos y percibir mejor la voz del Señor. ¡Pero no podemos quedarnos ahí! El encuentro con Dios en la oración nos impulsa nuevamente a bajar de la montaña y a volver hacia abajo, a la llanura, donde nos encontramos con muchos hermanos abrumados por fatigas, injusticias, pobreza material y espiritual.

A estos hermanos nuestros que están en dificultad, estamos llamados a brindarles los frutos de la experiencia que hemos vivido con Dios, compartiendo con ellos los tesoros de la gracia recibida. Pero, si no hemos estado con Dios, si nuestro corazón no ha sido consolado ¿Cómo podremos consolar a otros? Aprendiendo un poco más a «subir» con la oración y a bajar con la caridad fraterna.
(Papa Francisco)
http://www.mediafire.com/file/f4m734n23gt0ctz

2019/03/04

Otros materiales: Hora Santa

- 2011: Hora Santa preparada en el marco de una pascua urbana.
-Otras Horas santas: aquí.

Ciclo C Domingo del Tiempo de Cuaresma 1 (CCUA01)
¡Como girasoles de Dios vivimos nuestras debilidades!

"La llevaré al desierto y hablaré a su corazón [...] y ella responderá allí como en los días de su juventud”, este es el mensaje de esperanza del profeta Oseas.

Jesús vuelve del Jordán lleno del Espíritu Santo y el Espíritu lo lleva al desierto. Experiencias de desolación y soledad que Jesús vivirá a lo largo de su vida y que culminarán con la cruz y la resurrección.

Movidos por el Espíritu de Dios, penetramos en nuestro desierto, donde experimentamos nuestros límites, heridas y debilidades.

Es el lugar del encuentro.

Vaciados de todo lo que nos hace lejanos a nosotros mismos, alcanzamos así nuestra más profunda interioridad para descubrir el misterio de nuestra existencia.

Nunca estamos solos, ni en los momentos de mayor crudeza de nuestra purificación. Nos dejamos mover por la fuerza del Espíritu, siempre mayor que nuestras inclinaciones a vivir desde lo mundano y, al dejarnos llevar, vamos caminando hacia nuestra plenitud de vida, guiados por María verdadero girasol de Dios.

http://www.mediafire.com/file/f4m734n23gt0ctz