Dios nos ha plantado y cuidado la viña de la creación con todo su amor y nos ha dejado a su cuidado para que produzca buen fruto.
El Evangelio de hoy no sitúa ante nuestra actitud en la viña, ¿nos hemos acomodado en ella y no ponemos empeño en mejorarla? La vida cotidiana nos engulle y no tenemos tiempo para el cuidado.
¿Nos conformamos con el fruto que dé o ponemos nuestro empeño en abonar, podar y regar para que el fruto sea más abundante y mejor?
Dios nos envía mensajeros para recordarnos que nos ha dejado al cuidado de la creación y que tenemos pensar cuál es la respuesta que damos, ¿respondemos SI o nos deshacemos de ellos para que no nos recuerden lo que Dios nos pide y vivir en la comodidad de la despreocupación.
Dios nos pide trabajar por la creación y sus criaturas, entregando nuestro amor, y preocupándonos de dar los frutos que mejoren la vida de toda de la obra amorosa de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario