Jesús se acerca a nosotros y nos invita. Nos sentimos llamados por Él para vivir así nuestra interioridad y abrirnos de nuevo para realizar nuestra misión.
Vivir con Él y como Él, haciendo realidad las palabras de María “Haced lo que Él os diga”. Los apóstoles lo sintieron así, conmovidos en lo más profundo, y dejándolo todo le siguieron.
Interiorizamos hoy la Palabra y dejamos sentir en nosotros la llamada de Jesús, viviendo para difundir su mensaje de perdón y de salvación, en nuestro entorno y en las periferias, sin importar nuestras limitaciones y sentimientos de incapacidad.
Ante todo ello, como a Pedro, Jesús nos dice: “No temas”. Y así nos sumergimos en el mar de la vida..
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