Queremos estar una hora con Jesús. Volveremos a recordar sus palabras y sus gestos, que no se nos olviden, que sean luz y vida para nosotros.
De forma pausada vamos a saborear la celebración de esta tarde, la Cena del Señor. Nos importa estar cerca del Señor, volverle a escuchar y hacerle compañía, con tranquilidad y pausa.
Queremos adentrarnos en el misterio de su amor y de su dolor. No lo agotaremos, porque es misterio y porque se prolonga hasta el fin.
- Aquí no hace frío, hace calor, porque está Cristo.
- Aquí no es de noche, es de día, porque está Cristo.
- Aquí no hay desesperación, hay esperanza, porque está Cristo.
- Aquí no hay violencia, hay paz, porque está Cristo.
- Aquí no hay división, hay comunión, porque está Cristo
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