Es el encuentro con Jesús lo que nos llena de vida.
Él nos dice: “Yo soy la Resurrección y la Vida “, y además nos interpela directamente: “¿Crees esto?”
Jesús, que se conmueve con Lázaro, nos hace conmovernos para que, si creemos en él, nos enfrentemos a la losa que nos paraliza: abrir pasos, quitar nuestros falsos quereres, nuestros intereses, nuestros egocentrismos, liberarnos de todo aquello que no nos deja alcanzar la plenitud.
Es la comunidad la que llama a Jesús para que nos dé la vida. Y él dice: Quitad la losa, haciéndonos así partícipes, de la liberación del hermano.
Creer en Jesús es dejarnos humanizar por él y sentir que no nos abandona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario