Si escuchamos el Evangelio de hoy nos encontraremos ante muchas de nuestras actitudes. Cuando nos piden algo, en seguida decimos que Sí, pero la vida nos engulle, pero se nos olvida o no encontramos el momento de hacerlo.
Seguro que nos vemos reflejados en la lectura de hoy. Ante una petición, ¿Qué respondemos, Sí o No? Seguro que seríamos más sinceros respondiendo: “NO quiero”.
Siente que Jesús no te pide hablar, te pide hacer. Podemos responder Sí o No, pero lo importante no es la respuesta, lo importante es lo consecuentes que seamos con ella. Si estamos pendientes de los demás, si les tratamos con cariño, respeto y comprensión, si conseguimos que los demás confíen en nosotros, si a nuestro alrededor la vida es más humana, entonces estamos haciendo lo mejor para los demás y respondiendo SI, con todo nuestro corazón.
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