Ciclo C Domingo de Ramos (CDRAM) ¡El Siervo... Su camino... Bajo su mirada...

Contemplamos la entrada de Jesús en Jerusalén. Nos situamos en la escena, en su misterio, ante la mirada del Siervo en su paso a la entrega final. Quedamos en silencio, traspasados y conmovidos, para interiorizarlo en nuestro corazón y nos hermanamos con nuestros místicos y sus experiencias.

¡"Mire que le mira, y le acompañe y hable y pida y se humille y regale con Él”. “En la vida, todos llevan sus cruces, aunque diferentes; que por este camino que fue Cristo han de ir los que le siguen, si no se quieren perder”. “¿Es mucho que a quien tanto nos da volvamos una vez los ojos a mirarle? “. “Y os mirará Él con unos ojos tan hermosos y piadosos, llenos de lágrimas, y olvidará sus dolores por consolar los vuestros, solo porque vayáis a consolaros con Él y volváis la cabeza para mirarle” (Sta Teresa de Jesús).

"El no nos dejará jamás solas, permanecerá en el centro de nuestra alma, para ser él mismo nuestra felicidad” (Sta Isabel de la Trinidad).

"Tu corazón tiene que estar libre de todo deseo terreno: Jesús, el Crucificado, será el único objeto de tus anhelos, de tus deseos, de tus pensamientos. Él quiere tu vida para regalarte la suya” (Edith Stein).

"¿Qué es la verdad? Haced que yo vea las cosas como son. He buscado sólo la verdad y he comprendido la humildad de corazón” (Sta Teresa de Lisieux).

"Tenga fortaleza en el corazón contra todas las cosas que le movieren a lo que no es Dios, y sea amiga de la pasión de Cristo“. “Para enamorarse Dios del alma, no pone los ojos en su grandeza, mas en la grandeza de su humildad” (San Juan de la Cruz).