Poco a poco nos vamos adentrando en el tiempo de Cuaresma. Un tiempo de transformación que empezó hace una semana, invitándonos a “Cambiar nuestra mentalidad y creer en el Evangelio”. Hoy, dando otro paso adelante, recibimos del Abbá la invitación de «escucharle a Él», por encima de las leyes de Moisés o de los antiguos profetas, como Elías. En el centro solo queda Jesús y su mensaje de amor al otro.
La Cuaresma debe de servirnos
para abstraernos del inmenso ruido que
nos rodea y centrar nuestro corazón en Él.
A quí y ahora, tú eres Pedro, Juan o Santiago: sustituye sus nombres con el tuyo, pon tus anhelos en Jesús y despójate de lo accesorio. Abandona tus zonas de confort y sal en busca del hermano, cambia tus esquemas y, por fin, transfigúrate con Jesús. Transfórmate en Evangelio para los demás.
Entrégate a la vida.
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