¿Señor, serán pocos los que se salven? Gran pregunta, que siempre nos ronda la cabeza, ¿estaremos haciendo lo suficiente para salvarnos?
Jesús nos dice: “Esforzaos por entrar por la puerta estrecha”. ¿Seremos capaces de atinar con la puerta y dejar fuera todo aquello que nos estorba? ¿Sabemos elegir entre el SER y el TENER?
Quizá tenemos desenfocado el problema y pensamos que es algo que debemos conseguir nosotros solos.
Y si pensamos que la salvación viene de Dios y que alcanzarla no depende de llegar a una meta, si no del proceso de nuestra vida y de cómo la compartamos con los demás.
Vamos a iluminar a los demás con nuestra vida. La salvación es un progreso en nuestra vida en comunidad, ¿Podemos avanzar juntos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario