Escuchamos a Jesús que nos dice “Mis ovejas escuchan mi voz y me siguen” y necesitamos recordar la importancia de escuchar, sentir en nuestro corazón que Jesús nos habla.
Jesús nos llama, Sentimos su llamada en nuestro interior y nos damos cuenta que la llamada es una invitación a seguirle, pero no nos obliga. La decisión es nuestra.
Sin embargo, la llamada de Jesús es muy clara: “Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco; ellas me siguen y yo les doy la vida eterna”.
Nuestra decisión puede cambiar nuestra vida. Es sentir un vuelco en el corazón, que el mundo se transforma y otras cosas nos empiezan a resonar y a llamar nuestra atención de otro modo. ¿Qué sientes? ¿Qué escuchas? ¿Qué buscas?.
¿A sentimos a Dios en nuestro interior y podemos mirar a nuestro alrededor con los ojos de Jesús. Y en nuestro corazón anida la ternura y la misericordia. Y el Dios que nos habita nos impulsa a vivir para los demás, a encontrarle en el otro y así hallar un nuevo sentido a nuestra vida.
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