En torno a Jesús se van reuniendo un grupo de discípulos. A través de algunos verbos significativos, el evangelista presenta sus acciones: oyen, siguen, preguntan...
El Maestro es el centro al que se dirigen todas esas acciones y se muestra sensible a lo que hacen quienes le buscan: ve que lo siguen, pregunta, responde.
Después, los que se han encontrado con Jesús, conducen hasta Él a Pedro para que haga la misma experiencia personal que les marcó a ellos. Y también Jesús le acoge "fijando en él la mirada".
Lo importante es escuchar la voz de Jesús y disponerse para el encuentro personal con Él. Solo así podremos convertirnos en sus discípulos y convertirnos en mediadores, para otros, del encuentro transformador.
Gracias por las personas que me ayudaron a conocer mejor a Jesús, a profundizar y madurar en la fe. Que no deje nunca, Señor, de buscarte y de hablar a otros de lo que Tú has hecho por nosotros.
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